domingo, 18 de noviembre de 2007

Despedida


Al tío Tolio, que “voló” a la tierra sin mal

Deshilachabas nieves
con tus manos cansadas
mientras tejías nostalgias
e historias reiteradas.
Filosofabas con Dios
y recitabas salmos
en el silencio amarillo
de tu otoñal placidez.
Quisiste volar con las uvas
una mañana de noviembre
y encaramado al parral
desplegaste las alas
-setentinas, gastadas-
partiendo a esa tierra
donde transitarás

sindolor
sinangustia
sinmemoria

para siempre.

© Jenny Wasiuk

3 comentarios:

Gabriela Bruch dijo...

Jenny: muy conmovedor tu poema, me pegó mucho ya que mi padre partió el añopasado a la tierra sin mal ...Te felicito por el blog, de corazón

ahantsch dijo...

Jenny,

El tío Tolio marcó mi vida para siempre. Te cuento porqué:

Cuando Tolio se separó de Marlene se fue a vivir a Posadas, en una habitación de madera pegada a la vieja casa de su mamá (la Abuelita). Por ese entonces yo tenía 6 ó 7 años y no la estaba pasando muy bien porque mi papá estaba muy enfermo y por ese motivo tenía muy poca "conexión" conmigo. La llegada del tío fue como un salvavidas.

Al tío le encantaba rodearse de sus sobrinos, con quienes compartía interminables horas de enseñanza en el taller que había sido de su padre (el Abuelito). Recuerdo cuando sobre la tierra colorada, a modo de pizarrón, me explicó con claros diagramas cómo funcionaba un motor de combustión interna. Un maestro de verdad. Una persona con profundos conocimientos técnicos a pesar de no tener la primaria finalizada. Con él descubrí que en la vida se aprende "leyendo" y no asistiendo a un colegio. Mi pasión por la ingeniería se lo debo todo a él.

El tío me enseñó mecánica, física, química, energía atómica, carpintería, electricidad, metalúrgica, dibujo técnico, caligrafía, óptica, soldadura y un laaaargo etcétera. Con él descubrí la pasión por aprender cosas nuevas (recuerdo como, todos los meses, "deborábamos" los ejemplares de Mecánica Popular). Nuestras charlas pasaban del átomo al universo en un segundo.

El tío era sumamente ingenioso. Siempre tenía soluciones para los problemas técnicos. No había nada que no pudiese reparar (desde una lapicera hasta un camión). No había mecanismo o proceso que no pudiese optimizar (desde un tunel para pasar gallinas hasta la cámara de combustión de un motor diesel)

A la hora de jugar era uno más de nosotros, disfrutando de barriletes (pandorgas) hasta cartings, pasando por pirotecnia, motores y radiotransmisores.

Nadie es perfecto. El tío tampoco lo era. Obstinado en extremo, cuando "se le metía algo en la cabeza" no era fácil cambiar su forma de pensar. Era un soñador, a veces con los pies muy lejos de la tierra, como un niño. Subestimaba la importancia del dinero y era pésimo para los negocios. Prefería tomar un par de yuyos antes que ir al médico. Tampoco fue un maestro en las relaciones humanas.

Con su partida siento que he perdido una parte muy importante de mi vida. Estoy en deuda por todo lo que me dió. Lo voy a extrañar...

Freddy.-

Anónimo dijo...

anonimo re:
Me has dejado sin palabra,
precioso. Continua sos muy buena